Tiempo para los hijos.

Picture
Al hablar de tiempo, simple y sencillamente se refiere al hecho de que los padres deben dedicar más tiempo a sus hijos.

A veces se argumenta que lo que importa no es tanto la cantidad de tiempo que se pasa con los hijos, sino su calidad. Indudablemente es necesaria la calidad, pero también es necesaria la cantidad. No se puede dar una comunicación de calidad con un extraño. Para desarrollar confianza y apertura se tiene que dar un proceso que requiere de tiempo.

Por tiempo de calidad se entiende el que se pasa con los hijos, enfocado a promover una comunicación real. No es el tiempo que padres e hijos pasan juntos frente al televisor, ni el que se emplea en reprenderlos o sermonearlos, sino aquél en el que se escucha a los hijos activamente, con intención de comprender sus intereses, puntos de vista, inquietudes y preocupaciones.

Tecnica adecuada a implementar.

Picture
Muchos padres pueden argumentar que tratan de hablar con sus hijos, pero que ellos están encerrados en sí mismos y no permiten ningún tipo de intercambio.

Indudablemente, se está empleando la técnica equivocada y aquí es en donde vale la pena, entre otras cosas, considerar lo siguiente:


* Evitar tratar a los hijos adolescentes como si fueran tontos, tratarlos como los seres inteligentes que son, con capacidad de pensar, reflexionar y argumentar.

* Cuando los hijos están entre los 12 y los 14 años, tienden a autoafirmarse mediante arranques de enojo, portazos e incluso con frases hirientes. Es un error el que los padres los tomen demasiado en serio y se sientan ofendidos por ello. Lo mejor es no hacer demasiado caso de esas situaciones, no respondiendo de inmediato y esperando a que los ánimos se calmen para platicar con serenidad.

* Darles la oportunidad de que definan lo que quieren ser. Muchos padres quieren hacer que sus hijos sean exactamente como ellos son. Cada persona es un ser único, especial y por consiguiente, el querer hacerlos como alguien más, lo único que genera es oposición, dificultando la comunicación.

* Dejar que los hijos crezcan, delegándoles responsabilidades y permitiéndoles tomar decisiones a su alcance, en vez de ejercer sobre ellos un control extremo.

* Procurar ver como adultos a los hijos mayores de 18 años y no seguirlos tratando como bebés. Una de las cosas que más irritan a los jóvenes, alejándolos del contacto con sus padres, es el hecho de sentirse tratados como niños.